El acceso al alquiler se ha estrechado considerablemente en los últimos años, convirtiéndose en una de las principales preocupaciones sociales. La oferta es claramente insuficiente para la creciente demanda, lo que está llevando a los precios a niveles nunca vistos antes y obliga a un incremento del 56% en la oferta de vivienda.
Los profesionales inmobiliarios lo achacan a múltiples factores que interactúan entre sí, y que generan un mercado cada vez más tensionado.